domingo, 20 de mayo de 2012

El chiste de la discusión entre los órganos del cuerpo


Nos sigue haciendo reir el chiste de la discusión entre los órganos del cuerpo:

Resulta que se ponen a discutir entre los órganos del cuerpo, porque cada uno es el que dice ser el que manda, el capo, de los órganos del cuerpo.

Primero habla el corazón. Habla acompasadamente: -Yo soy el que mando la sangre que todos los órganos necesitan para realizar sus funciones. Latido a latido les llevo vida a todos, yo soy el que manda de los órganos.

Luego toma la palabra el cerebro, y dice: -Yo soy el que manda de todos los órganos, porque les doy las órdenes al resto del cuerpo. Yo pienso, soy

Todos los órganos tenían sus razones para decir que eran los que mandaban en el cuerpo.

Intervino la conciencia. Sin mí no podrían estar. Todos los órganos la miraron, y se rieron al unísono. Si en algo estaban de acuerdo, era en que la conciencia no era dueña ni de sí misma.

Finalmente, habla el estómago, que terció: -Acá mando yo. Yo soy la central de energía de los órganos, sin mi trabajo el corazón no tendría fuerzas para latir, ni el cerebro para pensar.

Por un momento, se detuvo el murmullo del cuerpo, y todos los órganos reflexionaron  que sin energía, ninguno de ellos podría funcionar. Este silencio empezaba a definir al estómago como el que auténticamente mandaba entre los órganos, cuando desde el fondo se sintió una voz carrasposa, que protestaba en contra.

Todos los órganos se habían olvidado de él. Lo miraron: Era el ano, que torpedea el silencio, convencido:

-El que manda entre los órganos soy yo.

Los órganos rieron estrepitosamente. El ano, con lo tímido que puede llegar a ser, no había llegado a explicar sus razones. Las risas de todos los otros órganos lo ofendieron, y decidió mostrarles a todos por qué es que él es el que manda del cuerpo. Se puso en acción en ese mismo momento, frunciéndose tan fuerte como nunca lo había hecho antes.

Dos días después, el cerebro ya no podía pensar y estaba muy enfadado con todos, el corazón latía con dificultad, y el estómago ya no podía digerir. Todos los órganos finalmente se rindieron y tuvieron que aceptar al ano, como verdadero jefe de los órganos.

6 comentarios:

  1. Con el chiste te ríes pero la verdad es que el ano no es un órgano es un esfinter. jejjejejejejje

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    1. Jajaja es verdad! Me sigue causando gracia igual el chiste a mí también, no lo quiero cambiar lo voy a dejar así por ahora...

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  2. Y aún sin ser órgano, manda sobre todo el cuerpo.

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  3. LA CAJA DE LOS PETARDOS,ES EL DESMBOQUE SANADOR

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