sábado, 7 de julio de 2012

Mientras se calienta el agua

Tengo un hambre espantoso. Tengo un hambre tan feo, que no quiero mirarlo. 


Camuflo al hambre con mate. El mate sirve para todo, favorece la digestión, saca el hambre, endulza corazones acongojados. Cuando uno está acompañado, otorga la oportunidad para sentarse y charlar. En la soledad crónica, es un compañero.


Ahora mismo, el agüita se está calentando para el mate. Me da tiempo para escribir algo.


Recuerdo a mi viejo, que decía "El amor se trata de dar. La familia se trata de dar. Cuando estés dispuesto a dar todo, vas a estar preparado para el amor y para la familia". En mi adolescencia, creía que mi padre era un boludo, por andar diciendo pelotudeces así en voz alta.


Y ahora, ya está el agua para el mate.



Menu du jour: Mate cocido, y galletitas de agua con atún.
El agua se calienta con cocineta.


Detalle de las galletas en cuestión. Esto fue a la panza por mayo del 2012

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