jueves, 5 de abril de 2012

Brebajes para aliviar a mi pancita que siente



Hay películas que calan profundo en el corazón de uno. “The Human centipede” es una de ellas. Es una de esas películas tan hermosas –“Bum Fights” es otra-, tan hermosas que causan injusticia que se mantengan en el underground del cine, y no mucha gente disfrute y aprenda con ellas.


¿No han visto “El sentípedo humano”? Déjenme entonces, que se las resuma. La obra es una gran alegoría sobre el proceso entero de mantenimiento de la vida, que como todos sabemos, tiene como parte principal a la sagrada Digestión. Si bien la versión comercial está editada, la película logra mostrar en una escala sensorial de gran amplitud, el nivel de majestuosidad de nuestro cuerpo, como contenedor de nuestro sistema digestivo.


Mi estómago reclama que ya dejemos de lado ese apéndice glorioso que es el séptimo arte, porque no todos somos tan cinéfilos, y que nos pongamos en la impostergable cuestión que nos ocupa: El dolor de panza, posterior al opíparo, veloz y auténtico bajón.


Porque todos tenemos una pancita que muchas veces llenamos más de la cuenta, se repasan algunas técnicas especiales, para sobrepasar ese molesto dolor de barriguita. Porque todos tenemos panza y somos normales, sabemos que la gente normal se toma una hepatalgina, se sienta un rato, descarga unos gases, y ya arranca. Los bajoneros previsores inclusive saben cargar alikal doble acción en la billetera, al lado del finalín o las falgo.


Si sos un copado y lográs que tu pareja se recope con vos y te haga el favor, se te puede tirar el cuerito de la espalda. Pero luego, hay reciprocidad obligada –no por copados somos pelotudos-, lo que involucra peligro de desbarranco.


Algunos otros naturófilos, prefieren opciones más exóticas, y si son veganas nivel 14, mejor. Y es sensato, si comer en exceso te trajo hasta aquí, nada más natural que acompañar con un poco de bebida, para un efecto bajativo. Nada fuera de lo normal, salvo los ingredientes de los siguientes digestivos naturales:


-Una opción natural y sensata para cualquier problema de la panza –witches´ best concoction, la selección de las brujas, se sabe- es las hierbas de Suecia, que son un destilado hecho tintura preparadas en base a unas hierbas que venden los hippies más rancios de la feria. Unas gotas disueltas en un vaso de agua prometen aliviar cualquier panzada de arepas o charque-khan violento.


-Siguiendo con los remedios naturistas, también me puedo allegar al cedrón. Una infusión de las hojitas calma el dolor de pancita, así dicen por las dietéticas al menos. A mí nunca me ha aliviado, aunque puede tener que ver con que lo endulzaba con miel y aprovechaba para clavar unos sánguches de queso con tomate, que como no tienen carne son legítimamente vegetarianos y dietéticos, por lo que aunque dice que lo hace, jamás en realidad mejora nuestra digestión. Recomendado como bajativo.


-La bruja, que quiere siempre darse la parte, menciona al pasar –No te olvidés del agüita de orégano. Hay cada cosa: Una infusión de lo que va en la pizza. Ni loco lo pruebo. Aunque conociendo a las brujas, es muy posible que haya tomado el brebaje en ocasión de alguna indigestión aguda. Nivel de efectividad aparente -no nos quejamos.

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